Los peligros de la automedicación en el manejo de la resaca
La automedicación es un término definido por la OMS como el manejo terapéutico de ciertas enfermedades mediante medicamentos de venta libre. Esta definición evoluciona con el concepto de autocuidado, que encuadra la capacidad de un individuo para promover la salud, prevenir enfermedades y mantenerse saludable.
En Francia, este fenómeno puede volverse problemático rápidamente cuando se introduce en las noches de consumo de alcohol.
Creyendo tener el buen hábito, el paciente va a la farmacia para obtener medicamentos. Su elección se orienta hacia sustancias que pueden empeorar su estado y a menudo son inútiles frente a los síntomas provocados por la resaca.
Algunos ejemplos:
- La aspirina aumenta la concentración de alcohol en la sangre.
- El paracetamol es metabolizado intensamente por el hígado, que ya está ocupado eliminando el alcohol. Esto lo vuelve tóxico.
- Contra las náuseas, algunos antihistamínicos (Nautamine, Nausicalm, etc.) se usan, pero inducen una disminución de la vigilancia debido a su propiedad hipnótica. (1)
Cabe destacar que más de 150 medicamentos interactúan de manera negativa con el alcohol, algunos causando un efecto antabuse.
¿Qué es eso? El efecto antabuse es una reacción fisiológica desagradable debido a una acumulación de acetaldehído (metabolito tóxico del alcohol). El efecto antabuse provoca un cuadro clínico definido por enrojecimiento facial, sofocos, diarrea, vómitos, etc.
¿Entonces, qué hacer?
El consumo de alcohol conlleva deshidratación. Por lo tanto, es muy importante hidratarse bien bebiendo agua.
Es importante tener en cuenta que el café, además de ser ácido, puede aumentar el fenómeno de deshidratación corporal. Será preferible despertarse con la ayuda de un té negro, también rico en cafeína.
También puede ayudar a su organismo frente a esta problemática con un producto innovador, Hang-Over de Hedonist labs. Le ayudará eficazmente a rehidratarse, desintoxicarse y regenerar su organismo.
(1) Medicamentos sin receta - Los buenos y los malos, Ediciones de La Martinière (2011). 571 p.